Por sus creencias religiosas, familia de Arrieta descarta pedir la pena de muerte para Sancho
Así lo informó el abogado Luis Romero.
El abogado español Luis Romero, portavoz en España de la familia del colombiano Edwin Arrieta, de cuyo asesinato en Tailandia está acusado el español Daniel Sancho, descarta que vayan a pedir la pena de muerte "por sus creencias religiosas" y reclamarán la cadena perpetua en una cárcel tailandesa.
En declaraciones a EFE, Romero, miembro del equipo de abogados internacional que representa a la familia de Arrieta, recordó este martes que las últimas noticias llegadas sobre conclusiones de la autopsia determinan que murió degollado, lo que demuestra que "hay premeditación y también ensañamiento y alevosía".
"Habría también que destacar que como no murió del golpe", se podría haber llamado a los servicios médicos "y quizás se le podría haber salvado la vida", subrayó.
Sin embargo, "lejos de ello, el señor Sancho decidió acabar con su vida cuando éste aún respiraba y estaba vivo, y procedió posteriormente a descuartizarlo y ocultar los restos del cadáver", indicó.
Romero considera que todo ello "lo que hace es estrechar el círculo contra el señor Sancho, destacar su culpabilidad y su responsabilidad".
Sobre la fecha del juicio, recordó que "no sería el primer caso de asesinato en Tailandia cuyo juicio se celebra a los dos o los tres años o fechas posteriores, incluso algunos conocidos contra españoles".
Sancho, de 29 años, hijo y nieto de conocidos actores españoles, ha sido acusado por la Policía de Tailandia de asesinato premeditado después de que confesara haber matado y descuartizado al cirujano colombiano de 44 años Edwin Arrieta el pasado 2 de agosto en la isla tailandesa de Phangan.
Ambos se conocieron el año pasado a través de Instagram y habían quedado en Koh Phangan el 2 de agosto, día del asesinato y descuartizamiento del cirujano, cuyos restos fueron encontrados en varias localizaciones de la isla, incluido el mar.
El español se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Koh Samui, en el sur de Tailandia, desde el 7 de agosto.
EFE